Los auténticos caudillos
apenas son conocidos por sus seguidores.
Les siguen cerca de los líderes
que el pueblo conoce y admira;
les siguen aquellos a los que temen;
les siguen aquellos que desprecian.
No otorgar confianza
es no obtener confianza.
Cuando el trabajo se hace bien,
sin quejas ni alardes,
la gente normal dice:
ah, lo hemos hecho.
Tao Te King
martes, 24 de julio de 2007
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